top of page

Capítulo 24 - "El examinador perverso"

――Había una mujer, y estaba sola.

 

Era sensible al dolor, siempre estaba llorando, siempre era muy emocional.

 

La única razón de su dolor era que no podía perdonar su propia falta de fuerza. A su alrededor, siempre había un mundo lleno de conflictos, violencia y guerra.

 

No importaba cuánto suplicara, no importaba cuánto gritara, no importaba cuánto intentara, no importaba cuánto rezara, la pena nunca terminaba. Entonces, ella comenzó a maldecir el destino.

 

Mientras lo maldecía una y otra y otra vez, se dio cuenta; Nada de esto tenía sentido, sin importar cuántas lágrimas derramara nada cambiaría. Y cuando se dio cuenta, comenzó a desear algo más.

 

Fuerza Bruta.

 

Para obtener un poder que le permitiera derrumbarlo todo, que le permitiera abrumar a todos los demás, luchó hasta sus límites y corrió, dirigiéndose hacia el poder que tanto deseaba.

 

Ella no estaba persiguiendo el poder de dañar, ni el poder de tomar vidas. Ella no tenía esas intenciones.

 

Ella persiguió el poder que nadie podía alcanzar, que creía que podía usar para poner fin a la violencia.

 

La mujer que lloraba tanto, quería el poder que hiciera que todos dejarán de llorar.

 

Sabía que, si permanecía impotente, nunca podría detener una pelea donde un poder se enfrentaba a otro poder.

 

Su voz permaneció en silencio. Sus deseos no se cumplieron. Incluso si sus propias penas se mantenían distantes, la tristeza aún nublaba el cielo.

 

¿Cómo pueden estar bien? ¿Cómo pueden lastimarse unos a otros? ¿Cómo podrían pensar en vivir con esas cicatrices? ¿Cómo, cómo, cómo? ¿Por qué no podían darse cuenta de que tenían otras formas de vivir?

 

[Mujer: Los niños están llorando. Los ancianos están llorando. Los hombres están llorando. Las mujeres están llorando. Todos están llorando. ¿¡Entonces por qué--!!?]

 

Para detener exactamente eso, ella solo deseaba poder.

 

Entrenándose, soportó todos los dolores para finalmente obtener un cuerpo revestido de hierro.

 

Finalmente, encontró el final de su camino. El pináculo de la fuerza que nadie más podría alcanzar.

 

De pie en el campo de batalla, ella gritó para detener la pelea.

 

Para abrumar a todos los demás poderes con los suyos, para aplastar todo dolor, destruir toda malicia y detener ante ella, la interminable corriente de lágrimas, con eso en mente ella luchó al máximo.

 

Golpeando a los que blandían sus espadas, pateando a los que arrojaban magia, rompiendo a los que descubrieron sus colmillos, pulverizó a todos y a cualquiera que viniera a buscar la batalla.

 

Pero, cuanto más luchaba la mujer, más fuertes se volvían los espadachines, los magos y los portadores de colmillos, aumentando su número.

 

Como si hubiera entrado en una espiral interminable de violencia.

 

Nadie sabía cómo salvarse a sí mismo sino solo responder a la violencia con violencia. Por eso, nadie sabía una manera de salvarse, aparte de la victoria en la batalla.

 

[Mujer: ¡¡¡¡¡¡¡!!]

 

Al final, la mujer misma, a pesar de saber esto, también respondió con violencia. Bajando su puño que goteaba un líquido carmesí, giró su cara manchada de sangre hacia el cielo y gimió.

 

La lucha no se detendría. Sus esfuerzos, su arduo trabajo, todo había sido en vano; ni la de los demás ni sus propias lágrimas dejarían de fluir.

 

Finalmente, en el corazón de la mujer que había estado latiendo sin cesar, la desesperación se apoderó de ella.

 

Goteando por sus mejillas, las lágrimas se desbordaron.

 

Las lágrimas que fluían continuamente no eran cálidas, sino más bien frías, las lágrimas de alguien impotente, ahogado en la desesperación.

 

Sin embargo, junto a ellos fluyó una emoción diferente y profunda.

 

Tiñendo su corazón de negro, volviéndose su visión roja y su mente blanca, una tempestad despertó en su interior.

 

Con la cara aún húmeda de lágrimas, la mujer se enteró de esa emoción.

 

Cuando llegó a conocer su nombre, sus orígenes, llegó a comprenderlo.

 

No había estado derramando lágrimas de tristeza.

 

Simplemente se había ahogado en la locura de la ira.

 

La gente llamaba a esa emoción: Furia ――no, la llamaban 『Ira』.

 

A este mundo que obligó a otros a llorar, a aquellos que se niegan a dejar de pelear, a la injusticia absurda que es el final de la vida.

 

――Vengan a mí, prueben mis puños de hierro.

 

En algún momento, se puso de pie, se limpió la suciedad de las rodillas y salió corriendo.

 

Sumergiéndose en la refriega de la batalla aún en curso, golpeó las caras de todos mientras gritaba.

 

Deja de pelear. Mira al cielo. Siente la brisa. Huele las flores. Vive con tus familiares y seres queridos.

 

Por primera vez, la voz de la mujer barrió los disturbios en todo el campo de batalla.

 

Puños que podrían romper la Tierra, patadas que podrían hacer rugir los cielos, todo solo para dejar que otros vivan.

 

Las heridas se cerraron, los gritos se silenciaron y las rodillas se doblaron frente a la confusión que se extendía cuando la batalla perdió su significado.

 

Pronto las voces que lloraron desaparecieron del campo de batalla, la vida volvió a la acostumbrada rutina.

 

Cuando las lágrimas de la gente se detuvieron, sintieron gratitud hacia ella. Alzaron la voz, agitaron las manos y sonrieron.

 

Sin embargo, la mujer de repente ya no estaba allí.

 

Eso fue natural.

 

La mujer todavía tenía cosas que hacer. No tenía ninguna razón para regresar, no había razón para dejar de caminar.

 

Para cumplir su deseo de crear un mundo donde nadie llore, donde no haya conflicto, donde nadie tiene que quitar la vida a otros, ella corrió y corrió, y siguió corriendo, mientras lanzaba sus puños.

 

Hasta el día en que todos dejen de llorar. Hasta el día, en qué las cálidas gotas rodando por sus mejillas se detengan.

 

――La 『Bruja de la Ira』, que había declarado la guerra a la tristeza en sí misma, continuó corriendo siempre y para siempre.

 

※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※

 

"――――"

 

Una vez más, después de encontrar un Libro de los Muertos y obtener el conocimiento que tenía, Subaru volvió a la realidad.

 

Desde dentro de los límites de su débil mente había vislumbrado el libro con el nombre de cuya vida registró, los numerosos campos de batalla que había atravesado y la convicción que una vez tuvo cuando estaba viva, aunque todo era solo una gota en el océano de toda su vida

 

A pesar de que entendió eso...

 

[Subaru: ... eso fue muy pesado.]

 

Sintió como si un trozo de plomo pesado y denso le obstruyera el pecho.

 

Para los humanos, no importa quién, un segundo es un segundo, un minuto es un minuto, un año es un año. No hay una báscula que pueda medir el peso de una vida de manera diferente y, por lo tanto, el tiempo fluye por igual para todos.

 

Tal escala de tiempo, no podría simplemente estar contenida dentro de un papel tan endeble, ni podría ser transferido a su mente desde él sin tener algún riesgo, sin importar cuán especial sea la tecnología.

 

Aún así, a pesar de que simplemente lo había tocado, Subaru tuvo que apretar los dientes para mantener cuerda su mente, para no ser arrastrado por la avalancha de recuerdos que fluyeron de ese libro.

 

Las huellas de las vidas que uno dejaba atrás eran realmente grandes y pesadas.

 

[Emilia: Subaru, ¿estás bien?]

 

[Subaru: ... ah, sí, estoy bien. Me siento bien. Mi cabeza solo dio una vuelta, eso es todo.]

 

[Emilia: Eso no es lo que significa sentirse bien...]

 

Cerrando el libro en la mano, lo devolvió al estante mientras Emilia observaba. Al encontrar su mirada con un ojo cerrado, Subaru señaló el libro que acababa de poner.

 

[Subaru: Encontré otro volumen de los libros de las Brujas. Esta vez, bueno, fue una de las mejores brujas, si es posible decir eso. Sin embargo, todavía era un poco rara.]

 

[Emilia: uhhh rara... ¿Sekhmet?]

 

[Subaru: Oye, esa es una de las más extrañas del grupo. Espera, ¿conoces a Sekhmet?]

 

De vuelta en la Tumba del Santuario, se suponía que Emilia se había encontrado con Echidna en la Fiesta de Té de la Bruja, pero Subaru nunca preguntó si había conocido a las demás. Había asumido que Echidna había hecho una excepción para él y, por lo tanto, no había permitido que Emilia se encontrara con las otras cinco brujas. Entonces es normal que Subaru se sorprendiera cuando el nombre de Sekhmet salió de su boca.

 

La 『Bruja de la pereza』 Sekhmet, era una mujer con cabello largo y magenta, dueña de una personalidad profundamente indulgente. Dejando eso y su comportamiento a un lado, ella era la persona más razonable entre las Brujas.

 

[Subaru: Si conoces a Sekhmet, ¿qué pasa con las otras brujas? Como la de este libro, Minerva.]

 

[Emilia: Er, no, lo siento. No conocí a nadie más que a Echidna y Sekhmet en la Tumba. Tampoco hablé mucho con Sekhmet.]

 

[Subaru: Así que era eso. No, está bien, de cualquier manera, incluso si las conocieras, eso no es algo que te gustaría ver de todos modos.]

 

Lanzando una sonrisa seca a Emilia, que bajó la cabeza, Subaru golpeó ligeramente el costado de la estantería.

 

Los estantes que almacenaban los recuerdos de los muertos estaban hechos de un material extraño. Debajo de su palma no había la sensación de madera, ni de hierro, y el estante para libros se negó a moverse cuando lo presionó.

 

Actualmente, mientras visitaba la Biblioteca en el 3er piso 『Taygeta』, Subaru y compañía. Llegaron a comprender que los numerosos libros que estaban metidos en las estanterías registraban e invocaban los recuerdos de los muertos. A pesar de eso, continuaron constantemente su búsqueda de algo muy simple.

 

[Emilia: Aparte de eso, me pregunto dónde están las escaleras para llegar al piso superior.]

 

[Subaru: En este momento, tengo cero pistas sobre eso.]

 

Emilia inclinó la cabeza, sumida en sus pensamientos, mientras Subaru se encontraba enfrente, mirando hacia abajo mientras suspiraba.

 

En la actualidad, todo el mundo estaba preocupado, no sobre cómo pasar del tercer piso a la próxima prueba de『Taygeta』, sino sobre dónde estaría la ubicación de la escalera que conducía al segundo piso.

 

El área blanca donde estaba el Monolito se había desvanecido, dejando abierta la Gran Biblioteca de 『Taygeta』

 

Gracias a eso, ahora tenían acceso a los recuerdos de los muertos, un concepto que seguramente era muy deseable, era muy bueno y todo eso, pero,

 

[Subaru: Bueno, por ahora, realmente no tenemos ningún uso para este lugar.]

 

Buscar la información que todos querían cavando en los recuerdos de los muertos sería una tarea hercúlea, dada su naturaleza, ya que uno ni siquiera podía elegir los recuerdos que querían ver, debido a la cantidad absurda de tiempo, e incluso con suerte, les tomaría mucho tiempo.

 

Ninguno de esos factores podría ser de ayuda para este momento. El tiempo era obviamente corto, pero también que Subaru no tenía suficiente fe en su propia suerte, sin importar cuán bendecido fuera.

 

[Subaru: Entonces, por eso la información que queremos podría estar en los pisos superiores. Se supone que así debe ser.]

 

[Emilia: Pero no hay forma de subir las escaleras. Traté de ponerme encima de las estanterías, pero no funcionó.]

 

[Subaru: Eres bastante audaz, ¿verdad Emilia-tan...?]

 

Emilia señaló el techo mientras recordaba lo que había intentado hacer.

 

En medio de aquella búsqueda, buscando la escalera que conducía al piso superior, ella se había subido a la estantería más alta que había en la Biblioteca. Los estantes estaban dispuestos de forma circular, con pequeños escalones elevados para conducirlos hacia adentro, colocando la estantería más alta en el centro. Sin embargo, incluso eso no había sido suficiente para alcanzar el techo de la habitación.

 

Cabe señalar que, a pesar del cómo Emilia había subido a la estantería, y a pesar de que su falda corta se agitaba audazmente durante esa acción en sí, sus movimientos eran tales que nada era visible por debajo, por extraño que parezca.

 

Cuando Subaru le pregunto eso de manera indirecta, Emilia simplemente tocó el borde de su falda y dijo:

 

[Emilia: Puck me enseñó. ¿Qué es tan raro? ¿Acaso una dama no siempre debe actuar con belleza y gracia? Siempre tengo cuidado al respecto, no te preocupes.]

 

[Subaru: Me siento un poco en conflicto sobre esto. Quiero alabarlo, pero también quiero culparlo... De todas formas...]

 

Emilia ya había fracasado en su intento de forzar físicamente un camino hacia el siguiente piso.

 

En otras palabras, había un truco oculto en la apariencia de la escalera. Esto no solo se limitó a la apariencia de la Biblioteca, sino que se extendió al proceso de ir más allá.

 

Si fuera demasiado difícil, la motivación del retador probablemente se derrumbaría, pero el creador de la atalaya, Flugel, también debe haberlo tenido en cuenta. Ese maldito…

 

[Subaru: Hombre, realmente quiero ver la cara de este tipo... Pero su aspecto también es un misterio, maldita sea.]

 

[Julius: ――Subaru, ¿puedes venir aquí un momento?]

 

Mientras gruñía, una voz lo llamó desde detrás de él. En el lado opuesto de Subaru y compañía, hurgando en una estantería separada, estaba Julius. Al verlo acercarse con Anastasia a cuestas, Subaru levantó la mano.

 

[Subaru: Claro, qué pasa. ¿Encontraste algo?]

 

[Julius: Desafortunadamente, nada que valga la pena mencionar. No he podido encontrar un solo volumen con un nombre que conozca, desde ese primero. Tu lado parece estar en una situación similar también.]

 

[Emilia: Eso no es realmente exacto. Subaru hizo un buen trabajo, realmente encontró otro volumen, luego lo miró y comenzó a verse un poco enfermo y tambaleante. ¿Verdad, Subaru?]

 

[Subaru: Tomaré en serio los elogios de Emilia-tan, pero así es como paso.]

 

[Julius: Ya veo. Por favor cuídate.]

 

Subaru frunció el ceño cuando Julius se apartó de él, desinteresado. Mientras miraba a los dos desde un lado, Emilia habló:

 

[Emilia: Pero Julius y los demás tampoco han encontrado las escaleras, ¿eh? Estamos realmente en problemas.]

 

[Julius: Entiendo su angustia Emilia-sama. Sin embargo, si creemos que esta Biblioteca realmente registra los nombres de todos los muertos, desde el pasado hasta el presente, aunque es bastante difícil de creer, me temo que solos no podremos progresar mucho. Necesitamos muchas más personas, como toda la población de un país, más o menos.]

 

Julius propuso esto con una cara seria. Subaru no tuvo objeciones con la idea de esa propuesta, ya que consideró que tal número era más o menos necesario. Las dunas de arena de Augria ya han sido conquistadas, y si uno solo necesita llegar a la atalaya, solo tienen que evitar el nido de mabestias. Eso solo podría ser una gran aventura por sí misma, pero...

 

[Julius: A diferencia de antes, el camino a la Torre es tan bueno como cualquiera. Creo que vale la pena informar la existencia de esta misteriosa Biblioteca a la capital. Podríamos hacer un uso mucho más efectivo de esa manera.]

 

[Subaru: El valor de esta información definitivamente no es cuestión de broma... Pero también estoy bastante seguro de que muchos aficionados a la historia como tú empezaran a aparecer a raíz de esto, eh.]

 

Ante las rápidas palabras de Subaru, Julius se detuvo y, después de un momento, cerró los ojos y suspiró.

 

[Julius: ... decir que no espero eso, sería una mentira. Disculpa, tenía un motivo egoísta para esa propuesta.]

 

[Subaru: Vamos, no te deprimas así. ¿Qué hay de malo en ser egocéntrico? Si te sientes tan mal por eso, ¿qué va a ser de mí? Estoy trabajando solo por mi propio bien, el 100% del tiempo.]

 

Nunca ha actuado verdaderamente fuera de su egoísmo, siempre esperando algún tipo de recompensa, así fue como se comportaba Subaru. Ya era su forma de vida, su filosofía.

 

Por eso no podía compararse con caballeros como Julius o Reinhard.

 

[Subaru: De todos modos, no tiene sentido ignorarlo. Quiero decir, la razón por la que Anastasia-san quiere convertirse en reina es bastante egocéntrica, ¿verdad?]

 

[Anastasia: Sí, eso es correcto. Quiero convertirme en reina porque quiero satisfacer mi codicia. Si lo hago, puedo aprovechar mi riqueza mucho más. Eso es toda mi motivación al respecto.]

 

Anastasia se rió ante el comentario grosero de Subaru, luego acarició suavemente el pelaje blanco de su bufanda.

 

[Anastasia: Por eso creo que es tan divertido que Julius se haya convertido en mi Caballero. Al menos, yo pienso de esa manera. ¿Acaso Emilia-san comparte mi opinión?]

 

[Subaru: Personalmente, es mejor para nosotros si los motivos de ustedes no coinciden, así que simplemente sigan y desmorónense - ¡Ay! ¡Emilia-tan, duele!]

 

[Emilia: No digas cosas malas. Personalmente no conozco a Anastasia-san y su facción, así que no puedo decir nada descuidadamente. Pero, no importa cuán mejores sean mis oponentes, seguiré mi camino hasta ganar, junto a mi caballero.]

 

En la parte sobre su caballero, Emilia tiró de la manga de Subaru y se hinchó el pecho. Mirando esa cara desde un lado, Subaru exhaló un largo suspiro.

 

[Emilia: ¡Tal vez las veremos canutas, pero no perderemos!]

 

[Subaru: Ya nadie dice “las veremos canutas” en estos días... ¡Ay! ¡Duele!]

 

Emilia pellizcó el brazo de Subaru por burlarse de ella, por lo que rápidamente se alejó para escapar del castigo. Mirando el comportamiento de los dos, las expresiones de Julius y Anastasia se relajaron.

 

Especialmente Julius, que parecía haber dejado caer su guardia.

 

[Julius: A veces, realmente tengo miedo de ustedes dos. Cuánto es un acto y cuánto es genuino, nunca puedo decirlo.]

 

[Subaru: Dejando de lado mi caso, Emilia-tan siempre habla en serio. Eso es lo que la hace tan linda, ¿verdad?]

 

[Julius: Lo tomaré en serio.]

 

Cuando Julius levantó la barbilla, la conversación descarrilada se detuvo. En cambio, Anastasia aplaudió para que todos volvieran al tema.

 

[Anastasia: De todos modos, volviendo a donde estábamos... Nos faltan personas, así que estábamos hablando de traer a otros desde el exterior, ¿verdad?]

 

[Julius: Sí, eso es así. En este momento, ya que hay pocas cosas de las que preocuparse en las Dunas, creo que sería posible traer un gran equipo de investigación a la Torre. No solo ayudaría a resolver el misterio de esta Biblioteca, sino también a medida que avancemos...]

 

[Anastasia: Así es, pero me siento un poco preocupada.]

 

[Julius: ¿Preocupada, dices?]

 

Cortando el ferviente discurso de Julius, Anastasia asintió. Julius frunció el ceño cuando levantó el dedo para señalar su punto.

 

[Anastasia: Me gustaría un aumento en las manos amigas, pero me he estado preguntando sobre eso. Dar la vuelta a esta biblioteca me está pasando factura. Ya sabes, soy pequeña y todo, así que es una verdadera molestia para mi pequeño cuerpo.]

 

Ella habló mientras se frotaba la nuca,

 

[Anastasia: Pero, en primer lugar, me pregunto si es posible meter a mucha gente en la torre.]

 

[Julius: "―――――]

 

[Anastasia: Pensar en lo que quiere la otra parte es uno de los conceptos básicos del negocio. Bueno, podría llamarlo conceptos básicos de negocios, pero será útil sin importar dónde se encuentre uno en la vida. Entonces, comencemos a pensar en ese sentido.]

 

[Julius: ¿Sabe dónde está la otra parte? Pero, ¿quién es ese?]

 

[Anastaia: El que construyó esta torre y estableció las『pruebas』, y dejó a Shaula-san... Ese es la otra parte. Pongámonos en su lugar por un momento. Ya lo verán.]

 

[Subaru: ¿Te refieres a recordar lo basura de su personalidad?]

 

[Anastasia: Sí, creo que ese asunto está completamente fuera de discusión.]

 

Cuando los labios de Subaru se torcieron, Anastasia asintió afirmativamente.

 

Al escuchar esas palabras, Emilia y Julius, siempre serios, se pusieron rígidos. Pero, con lo retorcidas que estaban las personalidades de Subaru y Anastasia, ambos parecían estar perfectamente sincronizados.

 

La opinión de Anastasia parecía ser el caso más evidente, si esa persona con su horrible personalidad realmente intentaba aumentar la dificultad para conquistar la Torre.

 

[Subaru: ¡Shaula! Tengo algo que preguntarte. Ven acá.]

 

[Shaula: ¿Master? Ey ey-! ¡Ya voy!]

 

Una vez llamada, Shaula saltó desde el otro lado de la gran estantería, era extraño ver su figura saltando.

 

Con los brazos extendidos, su larga cola de caballo ondeando en el aire, sonrió mientras saltaba hacia el pecho de Subaru ―――,

 

[Shaula: ¡Ma ― s ― ter!]

 

[Subaru: No.]

 

[Shaula: ¡Ughyah—!]

 

Con un paso ágil, Subaru esquivó el golpe entrante. Sin embargo, mientras Shaula seguía cayendo, se lanzó de bruces al suelo, con los brazos extendidos. Ella se giró rápidamente para mirarlo.

 

[Shaula: Uu, Master es muy malo.]

 

[Subaru: No, no, no me alejé porque eras tú, sino porque ibas a chocar contra mí con toda tu fuerza, así que mis reflejos entraron en acción.]

 

[Shaula: ¿¡Entonces me dejarás abrazarte si vengo a ti lentamente!?]

 

[Subaru: ¿Eh? Aun así, no quiero.]

 

[Shaula: ¿Por qué no? ¡Qué parte de mí falta! ¡Aunque me veo tan glamorosa! ¡Aunque te soy tan fiel como una perra!]

 

[Subaru: Eres una perra, eh... Entonces es por eso.]

 

Gimiendo en la parte superior de su voz, Shaula abucheó ante la actitud fría de Subaru. Y, mientras hacía un puchero, dos niñas pequeñas salieron de donde había saltado.

 

Beatrice y Meili, excluyendo a su apariencia, eran una pareja poco común.

 

Como si notara los pensamientos de Subaru a través de su mirada, o tal vez se hubiera dado cuenta sola, Beatrice puso un poco más de distancia entre ella y Meili.

 

Beatrice también se comportó de esa manera con Petra, a pesar de que tenían aproximadamente la misma edad (exteriormente). Así que mantuvo una línea clara entre ella y Meili.

 

Por supuesto, sería imposible para ella tratar a Petra y Meili de la misma manera. Petra era una aliada de su misma facción, mientras que Meili fue enviada originalmente como asesina desde algún lugar, incluso estuvo involucrada en el incendio de la Biblioteca Prohibida y la Mansión Roswaal.

 

[Subaru: Si sigues evitando a la gente así, nunca harás amigos, ya sabes.]

 

[Beatrice: ¿Qué estás diciendo de repente, supongo? De todos modos, Shaula desapareció en medio de nuestra conversación, así que volvimos en silencio, de hecho.]

 

[Subaru: Ah, arruiné su charla allí, lo siento mucho. Bueno, ¿encontraron algo bueno?]

 

[Beatrice: ... No había nada en particular, supongo. Y, en retrospectiva, de hecho, tal vez no valiera la pena haber tenido una conversación. Sí, eso es todo lo que sucedió, supongo.]

 

[Subaru: ―――?]

 

Apartando la cara, Beatrice cortó con su respuesta a la pregunta de Subaru.

 

Antes de que Subaru de alguna forma pudiera cuestionar aún más su fría respuesta, Shaula había vuelto a su estado habitual.

 

Se puso de pie por la fuerza de sus abdominales ella sola y,

 

[Shaula: Bueno, que Master sea malo no es nada nuevo. Puedo recuperarme sola. Volver a levantarme rápido es uno de mis puntos buenos.]

 

[Julius: Eso, junto con vuestra cooperación, Shaula-san, que es algo que agradecemos. Por cierto, ¿puedo preguntar algo?]

 

[Shaula: ¿Qué pasa? Te advertiré de antemano, no me enamoraré de alguien que no sea Master.]

 

[Julius: Admito que eres una mujer atractiva, pero me temo que tendré que hacer una pausa en nuestra cita por el momento. Me gustaría preguntar y confirmar algunas cosas sobre esta Torre.]

 

Julius agregó elegantemente unas pocas y dulces palabras, pero con buen gusto evitó el tema por completo. Esto sorprendió a Shaula, quien se alabó a sí misma por ser terca como una perra. Como no esperaba esa respuesta, abrió mucho los ojos, algo muy diferente a lo que solía ser, y mansamente dio un "Uhhh, claro"

 

[Julius: Gracias. Entonces empiezo. En primer lugar... ¿Conoces la ubicación de las escaleras al segundo piso?]

 

[Shaula: ¿Las escaleras al segundo piso『 Electra 』? No tengo ninguna pista. Nunca subí más allá del 4to. Entonces no lo sé.]

 

[Julius: Eso en sí mismo es una declaración bastante impactante.]

 

Si debían confiar en ella, entonces Shaula había estado en la atalaya durante unos 400 años.

 

Si, dentro de ese tiempo, no había ido ni una vez a explorar la Torre en la que vivía, sino que se había concentrado en mantener las Dunas de Arena bajo su observación, entonces era demasiado leal a la persona que seguía.

 

Francamente, Subaru se sintió muy en conflicto por ser confundido con ese mismo Maestro.

 

[Anastasia: Julius, si me dejas interrumpir por un momento.]

 

Esta vez, reemplazando a su caballero estaba Anastasia. De pie frente a ella, los ojos azul claro de Anastasia reflejaban la figura de Shaula.

 

[Anastasia: La posición de Shaula-san es esa, ¿verdad? Para ser exactos, eres el vigilante de la atalaya... No, de la Gran Biblioteca de las Pléyades, ¿verdad?]

 

[Shaula: Eee ~ xacto.]

 

[Anastasia: Ya veo. Entonces, según mis cálculos... ¿Son cuatro, no, son de hecho cinco?]

 

Anastasia levantó su mano derecha para mostrar cinco dedos. Shaula, que no podía entender a lo que se refería, simplemente la miró y parpadeó.

 

Sin embargo,

 

[Anastasia: ――― los secretos que le dijeron a Shaula-san que guardara, para proteger la Torre, hay cinco de ellos, ¿verdad?]

 

[Shaula: "――――]

 

Anastasia sonrió ampliamente cuando Shaula guardó silencio, sin palabras.

 

Mientras los dos se miraban el uno al otro, cara a cara, todo lo que se necesitó fue un ligero movimiento de hombros para decirle a Anastasia que estaba en lo correcto.

 

※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※

 

[Shaula: En primer lugar, en realidad no estaba ocultando nada. Simplemente no dije nada porque no me lo pidieron. Quiero eso escrito en papel, por favor.]

 

[Subaru: Solo escúpelo todo.]

 

Mientras Anastasia sacaba a la luz su secreto: fue Subaru quien aplastó las pocas excusas que Shaula estaba tratando de dar.

 

En respuesta a su comportamiento forzado, Shaula presionó la punta de sus dedos y respondió:

 

[Shaula: Como, por ejemplo, si Master y todos trataran en secreto de salir de la Torre, tendría que matarlos a todos, sin piedad.]

 

[Subaru: ¿¡Cuál es tu maldito problema!?]

 

[Shaula: ¡No lo haría porque quisiera! Solo estamos hablando de qué pasaría si eso llegara a suceder. En primer lugar, ni siquiera puedo ir en contra de esa orden.]

 

Ante la repentina revelación de sus intenciones hostiles, Subaru miró atentamente a Shaula, quien retrocedió mientras sacudía la cabeza. Su abundante pecho se presiono contra sus rodillas, acurrucándose en una bola.

 

[Shaula: Ni siquiera puedo matarte en primer lugar Master. Me matarías antes de que eso suceda, y todo terminará con eso, así que toda la orden está en mal estado...]

 

[Subaru: Si realmente estás tan en contra, ¿por qué no solo... no?... A menos que, espera, no vas a decir que es un Contrato, ¿verdad?]

 

Sintiendo algo extraño, Subaru se llevó esas palabras a los labios.

 

En primer lugar, si uno pensara en la identidad de Shaula, entonces eso sería muy evidente. Durante 400 años, en lugar del 『Sabio』, vivió en la Torre, mirando por encima del Sello de la Bruja como el vigilante de la Torre.

 

Dado ese papel, y habiendo actuado sobre él durante los últimos siglos ―――, ni su estilo de vida ni su esperanza de vida fueron humanos.

 

[Subaru: Tú, ¿eres un espíritu como Beako?]

 

Con una esperanza puesta en una promesa falsa, Beatrice estuvo encerrada dentro de la Biblioteca Prohibida durante 400 años.

 

Si, al igual que ella, Shaula había pasado los últimos 400 años derribando a cualquiera que se atreviera a acercarse a la atalaya, esperando a aquellos que cumplirían con las condiciones, entonces, posiblemente, ella y Beatrice tenían el mismo tipo de existencia...

 

[Shaula: De ninguna manera. No toleraré que me comparen con esas pelotas de circo llamados espíritus. Me niego absolutamente... ¡Porque todos sus ojos se pusieron bastante atemorizantes de repente!]

 

[Subaru: ¡Eso es porque el 80% de todos los presentes aquí están relacionados con espíritus!]

 

Tal como estaba, contando también a su yo aficionado, había tres usuarios espirituales. Además, una joven en particular era un Espíritu, y otra estaba poseída por un Espíritu Artificial. Las únicas que no estaban relacionadas con los espíritus eran las hermanas Oni que esperaban abajo, y la pequeña niña que miraba a Shaula con una expresión traviesa por alguna razón, Meili. Nada de lo que Shaula dijo la había hecho quedar bien con los que estaban presentes.

 

Sin embargo,

 

[Subaru: Dejemos eso así por ahora, de todos modos, qué demonios eres. Si no eres un Espíritu, entonces no veo por qué tan desesperadamente mantienes tu Contrato.]

 

[Emilia: ¿Qué estás diciendo, Subaru? Incluso si no eres un Espíritu o un Usuario de Espíritus, si haces una promesa, debes cumplirla. Las promesas son importantes. Ahora, repite después de mí.]

 

[Subaru: No, espera, ese fue un error inconsciente que cometí justo ahora. Era solo una forma de hablar y...]

 

[Emilia: Las promesas son importantes. Tres veces.]

 

[Subaru: Las promesas son importantes. Las promesas son importantes. Las promesas son importantes.]

 

Emilia lo reprendió inesperadamente y repitió sus palabras tres veces para pedir perdón.

 

De cualquier manera, tanto la farsa involuntaria de Emilia como la de Subaru, y la actitud estrictamente obstinada de Shaula, eran difíciles de entender para los extraños.

 

No era simplemente una cuestión de haber aplastado el sentido común, también había otras razones.

 

[Julius: En este momento, lo importante es aprender más sobre las órdenes que recibió Shaula-san. Es un mal hábito tuyo descarrilar la conversación. Sé más consciente de ello.”

 

[Subaru: Como si todo fuera mi culpa... ¡Bien! ¡Esta vez fue mi culpa, mi culpa, mi gran culpa! ¡Admitiré que fue mi culpa, así que déjalo así, maldita sea!]

 

[Shaula: Wow, eso fue totalmente un gran estallido, ¡pero eso es lo que se espera de Master! Ok ok hablaré.]

 

Para Subaru, que se le acercó con una cara patética y agria, Shaula sonrió y le dio la mano. Luego, se aclaró la garganta, y de una manera extrañamente decente, dijo: "Ahora bien", y abrió la boca,

 

[Shaula: Presento humildemente esta información, ahora hablaré de las órdenes que me dieron. Primero, nunca debo dejar que el retador de la Gran Biblioteca de las Pléyades salga.]

 

[Subaru: ¡De repente ahora todos estamos atrapados aquí!]

 

[Shaula: ¡Está bien! ¡Hay una salida adecuada! Mientras despejes adecuadamente las 『Pruebas』 de la Gran Biblioteca y llegues al 1 ° Piso 『Maia』, no hay problema. Todo está bien.]

 

Shaula dijo eso mientras levantaba los pulgares.

 

[Shaula: Por cierto, si se viola esta condición, entonces me convertiré en una máquina de matar de sangre fría bastante rápido, por lo que invalidará mi promesa con Master. Así que me interpondré en su camino.]

 

[Subaru: Eso tiene una prioridad mayor que mi promesa, ¿eh? Me duele un poco.]

 

[Shaula: Ooo ---, pensar que he logrado lastimar a Master, ¡debo haberme fortalecido ~! ¡Esto es claramente una evolución! ¡Los frutos de 400 años!]

 

[Subaru: ¡Estoy bromeando!]

 

[Shaula: ¡Yo también ~!]

 

Después de disfrutar de una broma de ida y vuelta, Shaula levantó un segundo dedo agitando su mano y habló:

 

[Shaula: Continuando, bueno, me estoy cansando de esto, así que me apresuraré. Primero, está prohibido irse sin completar las 『Pruebas』. En segundo lugar, está prohibido romper las reglas de las 『Pruebas』. Tercero, está prohibido faltarle el respeto a la Biblioteca. Cuarto, está prohibido intentar destruir la Torre en sí. Quinto, ah, quinto era... Oh. No hay quinto.]

 

[Emilia: Todo eso hace cuatro reglas... pero]

 

Algo preocupada luego de asimilar a Shaula y su explicación masacrada, Emilia se volvió hacia Subaru y los demás. Las ansiedades y los miedos que ella abrazaba, eran los que Subaru también entendía.

 

Las reglas de las que habló Shaula eran, en líneas generales, fáciles de cumplir, pero había varias declaraciones curiosas mezcladas en ellas. El problema era especialmente con ―――

 

[Subaru: Tengo mucha curiosidad sobre el 'Está prohibido violar las reglas de las『 Pruebas 』”.

 

[Julius: Parece que es una regla oculta que desconocemos.]

 

Julius estuvo de acuerdo con Subaru, quien se tocó la barbilla, perdido en sus pensamientos.

 

Al menos, para la『Prueba』 del 3er piso, 『Taygeta』, Subaru y compañía. no había recibido ninguna información sobre esas Reglas durante sus intentos, y no había enfrentado ningún problema con el Monolito y su Asterismo.

 

Hablando de eso, en el momento en que alguien tocara el Monolito equivocado, ¿sería acaso descalificado?

 

[Anastasia: Reglas, regulaciones... todas suenan como malas noticias, al menos para mí.]

 

[Emilia: ... La『 barrera 』en el santuario se cerraría por el día si el retador no podía pasarla. De alguna manera parece bastante similar a cómo rehicimos la『prueba』 de antes, así que tal vez...

 

Emilia se detuvo en ese momento y se mordió el labio. Sus temblorosos ojos morados se lanzaron hacia Subaru, quien asintió levemente.

 

[Subaru: Si tienes algo en mente, ahora es el mejor momento para hablar. No te preocupes, no me burlaré de ti, no importa lo que digas.]

 

[Emilia: Mmh, lo sé. Um, ya veo, Subaru y Anastasia - san decían que la persona que hizo esta Torre es realmente mala... ¿verdad?]

 

[Subaru: Tu elección de palabras se está volviendo bastante linda, pero es cierto. ¿Qué hay de eso?]

 

[Emilia: Pensar desde el punto de vista de la otra parte también es importante. En otras palabras, si tratas de pensar un poco en lo que dijo Shaula, mientras imaginas cómo se sentía esa persona realmente mala, es como...]

 

Cuando las miradas de todos se volvieron hacia Emilia, se lamió los labios, luego juntó las manos y señaló el techo.

 

[Emilia: Hay reglas que debemos seguir, pero no nos dirán cuáles son esas reglas... Eso es realmente malo, ¿no?]

 

[Subaru: ... en otras palabras.]

 

[Emilia: Tenemos que imaginar cuáles podrían ser las posibles reglas y seguir sin romperlas.]

 

"―――"

 

Las caras de todos se tensaron de ansiedad ante las palabras de Emilia.

 

Ante su respuesta, las largas pestañas de Emilia se fruncieron mientras miraba hacia abajo.

 

[Emilia: Siento que Echidna haría algo como esto.]

 

[Subaru: ... Emilia, esto es increíble, mira que pensaríamos en la misma persona cuando se trata de personalidades malas. Si que pensamos parecido.]

 

Esa frase le dio un poco más de credibilidad a los pensamientos de Subaru, como mínimo.

 

El dueño de la personalidad maliciosa que Emilia mencionó ――― Sintió que tenia razón en cuanto a su parecido.

 

Establecer reglas que no debían romperse, pero que tampoco le dirían al mismísimo retador el contenido de esas reglas.

 

Era una situación bastante desagradable.

 

[Subaru: Por cierto, ¿eres tú quien juzgará si las reglas se rompen o no?]

 

[Shaula: Obviamente. Todo lo que acabo de decir, se supone que debo aplicarlo si hay alguna violación en las reglas. Absolutamente no hay forma de engañarme. Va tanto para Master como para sus amigos.]

 

Aquella voz mansa expresó un poder misterioso en la segunda mitad de sus palabras.

 

Esa no era una voz determinada usando la fortaleza física de Shaula, sino todo lo contrario.

 

――Sea quien fuera, este era alguien mucho más fuerte que Shaula, ya que podía hacerla actuar así.

 

[Subaru: Ya era una broma pesada, pero ahora se acumulaba otra broma más mala. Pero ya es demasiado tarde de todos modos.]

 

[Julius: A veces, siento envidia de la manera frívola que hablas.]

 

Julius suspiró mientras hablaba. Mirando su hermoso perfil, Subaru se encogió de hombros.

 

[Julius: Quizás es por cómo siempre estás mirando hacia arriba, que desarrollaste esa personalidad. Si eso es así, entonces me temo que nunca podré obtener tal experiencia.]

 

[Subaru: Debes tener más cuidado con lo que está alrededor de tus pies. Te golpearás el dedo del pie en la esquina de un escritorio. Realmente espero que lo hagas.]

 

[Anastasia: Sí, sí, buenos amigos discutiendo está bien y todo, pero no olvidemos nuestro objetivo principal.]

 

Separando a Julius y Subaru, Anastasia se adelantó para mirar a Shaula.

 

[Subaru: ¿Eso es todo lo que ocultas? Todo está bien hasta ahora, ¿verdad?]

 

[Shaula: Cree en mi corazón. No mentiré esta vez. Además, mientras las reglas no se rompan, mi cuerpo seguirá siguiendo miiio mío. No, espera, eso está mal. Seguiré siendo de Master.]

 

[Subaru: No te quiero.]

 

[Shaula: ¡Me rechazaron! ¡Pero mi corazón siempre estará con Master!]

 

[Subaru: No quiero eso tampoco.]

 

Con las manos en la cintura, Anastasia volvió a confirmar todo lo que Shaula había dicho rápidamente, con algunas palabras innecesarias agregadas por Shaula, junto con su propia posición en los últimos acontecimientos. Le tomó un tiempo, pero logró confirmar que la promesa de Subaru con ella ――― de no dañarlo a él ni a sus camaradas, permanecía intacta, y planeaba mantenerla.

 

Por supuesto, con la condición de que ninguna de las reglas se rompiesen.

 

[Emilia: De cualquier manera, pensar que no podemos salir a menos que completemos las『 Pruebas 』... Es bastante similar a la barrera que cubría el santuario.]

 

[Subaru: No, en el mejor de los casos, siempre y cuando superemos esto aquí, todos volveremos casa, ¿verdad? Eso es mucho más fácil que lo de la Tumba y en el peor de los casos es posible que todo esté diseñado para matarnos.]

 

[Shaula: ¡El Maestro nunca haría algo así! ¡Fue el más amable de todos! Tenía el corazón más grande de todos ¡Uwah, me pica el cuerpo porque mentí!]

 

Shaula revoloteó, cosechando lo que sembró, mientras Emilia y Subaru la miraban con expresiones decepcionadas.

 

Por el momento, eso fue todo lo que obtuvieron de Shaula.

 

[Meili: ¿Ya terminaron de hablar? ¿Puedo subirme a la Onee-apenas-vestida-san ahora?]

 

[Subaru: “Hemos terminado, hemos terminado. Adelante. Haz lo que quieras. Espera, veo que ya te has apegado súper bien a ella.]

 

Al juzgar que la conversación había terminado, Meili, que se había quedado fuera de la conversación, corrió hacia Shaula y se subió a sus delgados hombros.

 

Ese era el lugar donde Meili se sentía más cómoda, desde que llegó a la Torre. Para Shaula, que había levantado el carruaje de dragones como si no fuera gran cosa, Meili debería ser tan ligera como una pluma.

 

[Meili: Cada vez que estoy con Onee ― san, me siento un poco más segura.]

 

[Shaula: Bueno, no pienso mucho en eso. Pero puedo cuidar al pequeño roedor número dos, muy bien.]

 

[Subaru: ¿Número dos?]

               

[Shaula: El roedor número dos es este de aquí, y el número uno es el de allá.]

 

Con Meili todavía de espaldas, Shaula señaló a Beatrice como la número uno.

 

Beatrice no hizo ningún comentario sobre el comentario despreciativo de Shaula. Normalmente, teniendo en cuenta su personalidad, la habría golpeado con toda su fuerza, y con la cara roja e hinchada.

 

[Subaru: Espera un segundo, desde hace bastante tiempo que no dices nada. ¿Está todo bien?]

 

[Beatrice: "―――]

 

[Subaru: Beako? Oii, Beatrice. Presta atención, vamos. Besaré tu frente si no lo haces.]

 

[Beatrice: ... haz lo que quieras, de hecho.]

 

[Subaru: "―――]

 

Como si apenas escuchara, Beatrice respondió. Al encontrarlo divertido, Subaru frunció el ceño.

 

Y entonces,

 

[Subaru: Mwah]

 

[Beatrice: Ngyah, ¿supongo?]

 

Sintiéndose algo molesto, él realmente besó su frente. Inmediatamente, Beatrice recuperó el sentido, se cubrió la frente y saltó. Luego tropezó. Luego se levantó. Luego tropezó de nuevo.

 

[Subaru: Estás exagerando...]

 

[Beatrice: ¿Qué, qué, qué estás haciendo de repente? ¡Tu lógica no tiene sentido, supongo!]

 

[Subaru: Mi lógica tiene mucho sentido. Incluso obtuve tu permiso. ¿Estás realmente bien?]

 

Sintiéndose un poco herido por cómo fregaba desesperadamente la parte donde él la había besado, Subaru se preocupó por la niña.

 

Reflexionando un poco, esta Torre, un lugar con un trasfondo sombrío, estaba en medio de las Dunas de Arena. Subaru no lo entendió muy bien, pero había algún tipo de Miasma fluyendo por aquí, por lo que esa podría ser la causa.

 

[Subaru: Si no te sientes bien, solo toma mi mano. Mejoras de esa manera, ¿verdad?]

 

[Beatrice: ¡Eso es imposible, de hecho, eso no sucederá! ¡Dame un poco de tiempo para calmarme, supongo!]

 

Con la cara roja como remolacha, Beatrice chilló a Subaru, por lo que se dio la vuelta encogiéndose de hombros. Que se negara a tomarse de las manos fue un poco impactante, pero el resto de su actitud era la de ella misma.

 

Si había algo realmente preocupante sobre ella, él simplemente preguntaría nuevamente más tarde.

 

[Subaru: Ahora bien, el problema es...]

 

[Julius: "Que al final, no tenemos más remedio que buscar a través de lo desconocido en busca de las escaleras al segundo piso, ¿no es así?]

 

Julius terminó la oración de Subaru cuando los dos volvieron a mirar las estanterías una vez más.

 

La razón por la que parecían un poco desanimados era que necesitaban un poco más de mano de obra para abordar esto, pero debido a las órdenes que le habían dado a Shaula, tuvieron que renunciar a ese pensamiento.

 

Si no solucionaban las『Pruebas』, no se les permitiría salir de la Torre. Naturalmente, uno no podría ir más allá de las dunas de arena para pedir ayuda.

 

Finalmente, no hubo más remedio que continuar la búsqueda con los miembros presentes.

 

[Subaru: ¿Lo entenderás si digo: 'Es como buscar un solo grano de oro en una montaña de arena'?]

 

[Julius: Hablar con palabras tan poéticas es extraño para ti. Sin embargo, honestamente puedo estar de acuerdo contigo.]

 

Por raro que fuera, ante el gran obstáculo que los obstruía, Subaru y Julius se llevaron bien.

 

No se podía lograr nada al perder el tiempo, por lo que se prepararon para sumergirse una vez más en el mar de libros para encontrar el camino al siguiente piso, o eso habían decidido cuando,

 

Emilia: "Oye, lo pensé un poco y…"

 

Emilia interrumpió a los dos que regresaban a la Biblioteca con una mano ligeramente levantada.

 

Ella inclinó la cabeza hacia ellos, se llevó un dedo a los labios y habló:

 

[Emilia: Pensé en algo sobre esa persona que construyó esta torre, su personalidad es un poco deshonesta, ¿verdad?]

 

[Subaru: Tu elección de palabras se está volviendo adorable nuevamente, pero lo que dices es cierto. ¿Así que?]

 

Al reunir todo lo que se discutió en la conversación anterior, Emilia agregó "Entonces" y continuó:

 

[Emilia: La escalera, creo que podría estar en ese lugar...]

 

※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※

 

[Subaru: Lo diré nuevamente. ¡El tipo que hizo esta Torre tiene la personalidad más miserable de todas!]

 

De pie frente a la larga y sinuosa escalera que conducía al segundo piso 『Electra』, Subaru escupió varios insultos muy coloridos.

 

La escalera que conducía al segundo piso, la ubicación en la que Emilia había pensado, era...

 

[Emilia: Pensé que sería en los lugares donde no habíamos mirado, como quizás en el 4 ° o 5 ° piso.]

 

Emilia habló, sintiéndose eufórica, pero algo perpleja.

 

Su suposición había dado en el clavo directamente en la cabeza. La escalera había aparecido justo al lado de la Sala Verde, donde esperaban Rem y Ram, en un espacio que previamente había estado vacío.

bottom of page